La introducción a Mateo afirma que Jesús es el “Hijo de Abraham.” Él es nada menos que el heredero de las promesas del pacto hechas por el Dios de Israel al Patriarca, ls “Simiente de Abraham.” Su identificación como descendiente del Patriarca apunta al tema del cumplimiento que domina el Evangelio de Mateo. ¡En este hombre de Nazaret, todas las antiguas promesas de Dios encuentran su “Sí, y Amén”!