Jesús ordenó a sus seguidores que anunciaran el mismo mensaje que él predicó; Él lo resumió como las “Buenas Nuevas del Reino de Dios.” Su Iglesia establecería el Reino de maneras inesperadas y paradójicas. Para el momento de su regreso, se establecerá su completa soberanía sobre las naciones, y él someterá a todos sus “enemigos”, incluida la “muerte”. Hasta entonces, sus discípulos deben proclamar su mensaje hasta “los confines de la tierra.”